Plan Volvamos + Cercanos. Equipos directivos
5.1.6.2. Decálogo: “Cuidando al equipo docente”.
La figura del tutor/a de grupo y de los equipos docentes es fundamental para crear entre todos un entorno de confianza, respeto, apoyo y colaboración desde el que sentirse realmente atendidos y cuidados. Para ello vendrá bien tener en cuenta las siguientes orientaciones que ayudarán a cuidar y mejorar el clima y las relaciones con los compañeros/as de los equipos docentes:
- Habla en primera persona: cómo nos hemos sentido, qué problemas hemos tenido, qué nos preocupa en la vuelta a clase, qué necesidades de afecto/apoyo tenemos de nuestros compañeros/as, etc.
- Reconoce y agradece el esfuerzo de todos. Muestra tu comprensión con las dificultades, evita los juicios de valor y piensa en positivo; todos queremos lo mejor para el alumnado y para nosotros mismos.
- Crea un espacio privado y seguro para hablar con aquellos compañeros/as que puedan estar más afectados o más necesitados de apoyo.
- Busca el apoyo de otros compañeros/as cuando detectes una necesidad más grave o más urgente, y cuida con delicadeza la confidencialidad necesaria para mantener este clima de apoyo y respeto.
- Ofrece tu colaboración para mediar o acompañar en la coordinación con las familias, si alguno de los compañeros/as lo necesita.
- Dedica momentos y pequeñas estrategias (ej. un mensaje por WhatsApp) para mantener el ánimo ante las dificultades que surjan y el estrés asociado que conlleva.
- Acepta las quejas y las dudas de tus compañeros/as del equipo docente y procura canalizarlas, de forma constructiva, derivándolas al profesional que corresponda.
- Busca ayuda si te sientes desbordado/a en tu labor docente, o en tu función de tutor, tanto dentro del equipo docente (ej. puedes poner en marcha una co-tutoría de tu grupo, repartir tareas de seguimiento con tus compañeros, etc.), como en el apoyo del equipo directivo. Todos necesitamos cuidarnos para cuidar de los demás.
- Haz propuestas de pequeñas tareas a los alumnos/as en las que cuiden a sus profesores: que dejen un mensaje en la pizarra para ellos cada día; que metan “mensajes” de cariño en una caja para que los profesores las lean cuando necesiten “un empujón de ánimo”; que les hagan un dibujo; etc.
Sería bueno recordar a las familias que los profesores necesitan también sentirse cuidados por ellos. Recuérdales que “usar un lenguaje amable”, “agradecer aquello que les ha ayudado”, “felicitar por aquello que les parezca más útil” fortalece las relaciones mutuas.
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